
En el siglo V de nuestra era llegan los germanos, creadores de la actual división parroquial; recuerdo de su presencia son muchos topónimos por todo el municipio: Gosende y Xendil en Valadares, Gondelle en Entíns, Diz en S. Ourente, Gulfián en S. Cosme, Siavo y Catasueiro en Sabardes y Matasueiro en S. Lourenzo. De esta época son los testimonios más antiguos de cristianización de este territorio, se trataba de los Gliptogrifos da Carballa, un conjunto de unas 150 esculturas, la mayoría en forma de cruz, que cubren una superficie de 25 metros cuadrados realizadas presumiblemente por un eremita instalado en una cueva próxima, aun por escavar.
Los musulmanes, que invadieron la Península en el s. VIII, apenas llegaron a instalarse aquí; solamente se limitaban a saquear la comarca desde sus asentamientos en la isla de la Creba y Monte Louro, hasta que fueron expulsados de allí por una escuadra mandada construir por el arzobispo Xelmírez.
Como símbolo de la resistencia contra el Islam nació el culto al Apóstol, que comenzó a adquirir gran esplendor y se creó una red de caminosd que llevaban los peregrinos a Compostela. Uno de estos Caminos de Santiago venía desde Fisterra por la montaña, bajaba por S. Lourenzo y pasaba por la Serra, donde durante siglos existió una capilla en la que se detenían los romeros, a capela de Santiaguiño, luego subía por Coiradas y A Barreira hacia la Pontenafonso; otro Camino Francés comunicaba las tierras de Mazaricos con la Ponte por Banzas, A Poza y la Esfarrapa en S. Ourente y Vilardigo, en Cando.