Las tierras de Outes fueron habitadas desde los tiempos más remotos. Testimonios de la presencia de hombres y mujeres en la Prehistoria son los megalitos, petroglifos y castros.
Castros
Son poblados fortificados en lugares de fácil defensa (colinas, penínsulas al borde del mar...) debido al aumento de la belicosidad de los hombres de finales de la Edad del Bronce, en relación con la disputa de los territorios y el intento de controlar las vías de comunicación y el comercio. La llegada de invasores centroeuropeos -los celtas-, entre los siglos VIII y VI a.C., portadores de la más avanzada cultura del hierro, incrementó notablemente el clima bélico, haciéndose necesaria la construcción de nuevos castros, ya por todo el territorio.
En Outes hay estudiados 10 castros (Xoán X. Mariño. Op. Cit.), aunque es posible que haya dos o tres más sin investigar. Hasta ahora no se realizaron prospecciones arqueológicas en ninguno de los conocidos, que son:
El Castro de Coiradas: en la parroquia de Entíns, se encuentra a poca altura, pero domina toda la ensenada de Langaño. La proximidad del mar les permitía a sus habitantes practicar, además de la agricultura y la ganadería, el marisqueo. Tiene forma ovalada, mide 150 x 125 m. y se encuentra en muy mal estado, debido a que sus restos fueron aprovechados para construir el puerto del Conchido.
El Castro de S. Ourente: na Esfarrapa, se encuentra a mayor altura (188 m. sobre el nivel del mar), en un monte de escarpadas laderas. Tiene forma circular y mide 115 m. de diámetro, conservándose aun buena parte de sus paredes defensivas.
El Castro de Castelo: en S. Pedro de Outes, está a una altura de 310 m., en la cumbre de una destacada colina pedregosa, de difícil acceso, desde la que se domina todo el entorno.
El Castro de Mirás: en la misma parroquia, a 400 m. sobre el nivel del mar, está formado por dos recintos concéntricos de forma ovalada, el mayor de los cuales mide 175 x 150 m. Los terraplenes defensivos, muy bien conservados muestran alturas superiores a los 5 m.

El Castro de Diz: también en S. Ourente, tiene forma ovalada y lleva por el sur un amplio antecastro, con el que mide cerca de 200 m. de largo, pero está muy deteriorado por la instalación de viviendas dentro de su recinto.
El Castro de Brión: en S. Xoán de Roo, está a media altura (40 m.), a menos de 1 km. de la costa. Su forma es ovalada, midiendo el diámetro mayor 150 m. y el menos 110 m., conservando aun estructuras de casas visibles en su interior.
El Castro de Valadares: es el que está a mayor altura sobre el nivel de mar (403 m.), pero sobresaliendo poco sobre las tierras limítrofes. Está formado por dos recintos ovalados concéntricos unidos entre sí. El principal mide 135 x 80 m. y conserva un sólido parapeto que por el interior tiene una altura de 1 m. y medio.
El Castro de Gosende: en la parroquia de Valadares, tiene forma circular, 70 m. de diámetro y conserva magnificamente bien casi toda su muralla defensiva, que tiene de 1 a 2 m. de alto.
El Castro de Carleo: está también en la parroquia de Outes, pero es el más pequeño de los tres, pues su diámetro mayor apenas sobrepasa los 100 m. Se encuentra al pie del Castro de Mirás, en el fértil valle que forma el río Bendimón.
El Castro del Freixo: en el lugar de Mosteiro, se encuentra cerca de la orilla del mar. Su recinto interior, de 75 x 80 m. se levanta sobre varias líneas de murallas, superpuestas con taludes defensivos intercalados y torres, cuyos pilares aun son observables, para reforzar su defensa.