La superficie del municipio de Cee es bastante irregular. Incluso podríamos decir que sus límites son algo arbitrarios y no responden a una unidad geográfica definida. En lo único que podríamos generalizar es en decir que pertenece a las tierras costeras del área fisterrana, aunque, a pesar de este carácter de avanzada costera, las altas lomas de Sete Grises, Alto das Penas y montes de Quenlle lo protegen de las inclemencias provenientes de los vientos del cuarto cuadrante.
Distinguiríamos en primer lugar, al norte, el valle del río Castro, suave, risueño y apacible, excepto en sus últimos tramos cuando se precipita hacia Lires. En segundo lugar la zona costera de la ría, desde el fondo, donde comienza a asentarse la villa, hasta las proximidades de Ézaro (Dumbría). Es una costa alta y escarpada, con la pequeña ensenada de Caneliñas, donde hay una factoría ballenera. En tercer lugar, el pequeño enclave de Estorde, playa segura y tranquila, al abrigo del arco finisterrano.
El clima de Cee es templado y húmedo, propio de la costa noroccidental gallega.
La superficie es de 55,2 kilómetros cuadrados y la población, 7.197 habitantes, lo que le da una alta densidad, 130,3 habitantes por kilómetro cuadrado, con una importante aglomeración en la capital municipal que reúne dentro del núcleo urbano a 3.180 habitantes.
La población se ocupa principalmente en la pesca, la industria, la agricultura y el comercio. Las industrias principales son la fábrica de Carburos Metálicos de Brens y la construcción de barcos de pequeño tonelaje. Además del comercio permanente de la villa, el más importante de la comarca finisterrana, se celebra una feria mercado los segundos domingos de cada mes.

