La península de Camariñas se enfrenta al Atlántico en una tenaz lucha para proteger la tranquilidad de su Ría; dónde el océano acaricia, ya manso, las blancas arenas de las playas y alimenta y cobija abundantes especies protegidas de aves y una vegetación deslumbrante.

El visitante quedará atrapado de inmediato por la salvaje y a la vez enigmática belleza de la costa norte de Camariñas, enmarcada dentro de la impresionante Costa da Morte. Acantilados esculpidos por el viento y el mar y que ofrecen misteriosas formas pétreas como la 'Furna dos Infernos' o la 'Pedra do Oso' y playas de especial belleza como las de Reira, Santa Mariña, Arou, Camelle o Trece.

Entre Cabo Vilán y Arou el paisaje desborda la mirada más apasionada. Declarado como Sitio Natural de Interés Nacional ofrece una enorme riqueza biológica con especies de flora y fauna protegidas, como los Araos de Cons, la gaviota tridáctila y el cormorán moñudo, aves en peligro de extinción.

Al Sur, al cobijo de las bravas acometidas del Atlántico, está la Ría de Camariñas. Los suaves meandros del Rio Grande se abren a un paisaje de perfiles más suaves y tranquilos, con playas como Lago, Area da Vila o Ariño, y al borde del cual se encuentra la villa de Camariñas.

Difícilmente el visitante podrá olvidar los paisajes de las costas de Camariñas; así como los del interior, más recogidos pero no menos hermosos. Tampoco le será fácil olvidar la atención de las gentes de estas tierras, sus fiestas populares, su exquisita gastronomía o la delicada belleza del Encaje de Camariñas.
